Reflexión sobre el amor propio
Se quita el maquillaje poco a poco, la toallita iba apartando el colorete, el rimel... para dejar ver la piel enrojeciday seca. Con cuidado esa piel iba recomponiendo su estado natural. Pequeños pigmentos negros cubrían aún sus párpados. Mientras se quitaba todo el producto ella se miraba fijamente, sus ojos,sus mejillas, esos pequeños puntos negros en su nariz, los labios cortados y enrojecidos... Conforme más se quitaba más pensaba. Pensaba en sus cicatrices, en las noches que ese mismo rostro no le había dejado dormir tranquila. Recordaba los insultos y el menosprecio, pero ella era mucho más que eso. Eso quedaba todo en el pasado, ella no era la misma niña que pensaba eso. Ahora se miraba y veía imperfección, pero sin dolor. Por fin se había aceptado a ella misma. Al subir a la habitación se quita la ropa, poco a poco ve cada uno de sus huesos, las cicatrices de tantas quemaduras, su vello en las piernas con los pies de su madre. Cada vez que caía una prenda a ella le costaba má