''LA BALA Y LA AMAPOLA''// SE VENDEN
Cogí el pincel con una mano. Tardé más de un instante en darme cuenta de que la poesía no necesariamente tenía que estar plasmada con palabras, y ahí estaba, en mi lienzo.
Entonces lo nombré, y sin darle importancia a mi alrededor, conseguí colocarlo en un lugar privilegiado de mi habitación. Lo que había creado sin duda tenía cierto sentido poético, pero lo bueno es que cada persona podía darle el suyo propio.
Ahí estaba ella.Su rostro señalaba tristeza, pero ese tipo de tristeza que no se soluciona con el tiempo, si no con uno mismo.Comencé a pintarle las amapolas -salían de su cuerpo como sangre de sus entrañas-.¿Que dolor es tan permisivo que es capaz de descuartizar pensamientos?
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Esta es una pequeña narración para introducir a la ilustración: ''Balas y amapolas''
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